David Bowie "Low".

El éxtasis musical se materializa bajo la visión de un genio y un álbum llamado Low (1977), el primero de la trilogía de Berlin, a pesar de ser grabado casi en su totalidad en The Château d' Hérouville, un castillo francés que data de 1740 y que cuenta con un estudio de grabación (también usado por Elton John entre otros), para después si ser completado en el Hansa Studio By The Wall, Berlin Oriental. Low fue compuesto por David Bowie junto a Brian Eno quién además de componer aportó ideas basadas en teorías científicas aplicadas a texturas sónicas, también cuenta con la colaboración de Toni Visconti encargándose nuevamente de coproducir. 

El álbum se desarrolla en un ambiente musical cargado de elegante Kautrock, Postpunk extraterrestre y Funk del futuro. A pesar de no haberse caracterizado por lograr altas ventas Low refleja una brillante aventura enmarcada en una de las etapas mas relevantes de la carrera de David Bowie, ahora transformado en Berlin Boy, compartiendo piso con Iggy Pop, el 155 Haupstrasse del distrito de Schöneberg, para ser precisos. 

Para los que me conocen no es secreto que admiro profundamente a Bowie, su música, su aporte al arte y a la cultura moderna dentro y fuera del "Rock" por eso quiero compartir esta reseña con aquellos que se atrevan a profundizar en su discografía, más allá de los éxitos conocidos del artista.

Low representa un viaje musical único, introspectivo, personal e ideal para escucharlo concentrado, probablemente en la intimidad de tu cuarto a ojos cerrados. Las primeras canciones del álbum son dominadas por ritmos funk, baterías inquietas y guitarras aceleradas: Speed Of Life, Breaking Glass, What In The World, y Sound And Vision son genial muestra de ello. 

Pasada la mitad del álbum esa línea musical se difumina y ahora los tracks son protagonizados por ausencia de vocales, por sintetizadores análogos y sonidos espaciales logrando dibujar pasajes sonoros desolados y melancólicos, pero al mismo tiempo hermosos, A New Carreer In A New Town y Warzawa lo demuestran perfectamente. 

Oidos experimentados y admiradores del Kid A, del Violator o del Ghost de Nine Inch Nails incluso el Achtung Baby o Zooropa, no pueden dejar de darse la oportunidad con Low.