lunes, 16 de octubre de 2017

Part 2: Arthur Concebido.

Al repetirse constantemente esta serie de revelaciones en sus sueños, en los que se veía envuelto en situaciones sin sentido, Arthur comenzó a darse cuenta que algo inusual estaba pasando, esto no podía ser solo alucinaciones producto de sus excesos de sustancias, esto aparentaba tener una considerable carga de "realidad" que no sabía cómo explicar así mismo como para contárselo a alguien más, "todo esto debe estarme pasando por un motivo", pensó.

Los días fueron corriendo y Arthur decidió serle infiel a una de sus tantas filosofías de vida contenida en una de sus canciones favoritas de The Cure "The Figurehead", donde Robert Smith repite con un brutal convencimiento una de las frases más pesimistas que había escuchado en su vida "I Will Never Be Clean Again", esta personal declaración se hundió profundamente en el subconsciente de Arthur desde la primera vez que la escuchó, probablemente por la calidad hipnótica de la música o haber recibido ese álbum como regalo de cumpleaños de las manos de una chica muy especial para él, "Pornography" (1983), uno de los álbumes mas seminales del Rock Gótico.

Prefirió mantenerse limpio para dejar descansar sus pensamientos, desinflamar su cerebro y tratar de dormir, así de esta manera tal vez en sueños descubriría la razón de todo lo que está sintiendo. 

Como consecuencia Arthur entró en un espiral emocional, en que descendía a toda velocidad acompañado de paranoia, ansiedad y falta de esperanza, incluso en ocasiones pensó en suicidarse, pero al final ya cuando las fuerzas lo abandonaban, cuando ya veía todo oscuro y sabía que ese sería su último aliento, recapacitó y despidiéndose amistosamente de la muerte concluyó que no era justo irse de esta manera, con tantas preguntas sin respuesta que solo podría responder en vida. Prometiéndose no intentarlo de nuevo, la decisión ya la había tomado ahora solo quedaba tratar de entender por qué la tomó.

Hacía semanas desde su ultimo sueño y más aún sin desistir a sus viejos malos hábitos, así que Arthur retomó el ánimo por hacer las cosas que lo mantenían saludablemente entretenido, sintiéndose altamente influenciado por las portadas de sus álbumes favoritos, desarrolló su afición a la fotografía descartando las excusas por no contar con la teoría ni con los equipos necesarios, usó su móvil para sacarle fotos a todo lo que le llamaba la atención, practicando con amigos y familiares para después sentirse atraído a capturar el misterio de gatos y chicas. 

Arthur empezaba a llevar una vida más tranquila, leía a diario, comía saludablemente, pagaba sus impuestos y ayudaba a la anciana vecina a sacar la basura, empezó a recuperar su hábito de tocar la guitarra e incurrió en una pequeña obra de teatro, llegando a pensar que esta atractiva expresión artística podría ser el remedio a su intranquila necesidad de expresión creativa, todo parecía estar bien...


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